La sabiduría milenaria nos aporta el conocimiento para entender. Según la medicina tradicional china tenemos 5 estaciones.
El verano tardío es la quinta estación: Estación corta, que se sitúa entre comienzos de septiembre y mitad de octubre más o menos. Pasamos del verano, estación de plena expansión, a ir un poco más hacia dentro. La energía en la naturaleza disminuye su actividad. Es periodo de reorganización, poner en orden el día a día. Cambios, que nos hablan de nuevo de adaptación, «vuelta al cole», al trabajo, para muchos, es como «volver a empezar». Vamos a necesitar sentirnos arraigadas a la madre tierra, recordar nuestros potenciales, confiar en la vida sintiendo nuestra conexión vital, así como digerir e integrar lo vivido para prepararnos para el otoño.
El elemento tierra se relaciona con esta estación. Nos habla de equilibrio, estabilidad, sostén, la madre, la nutrición.
Los órganos que tenemos que cuidar más en esta estación son el bazo, el páncreas y el estómago, que están relacionados con el proceso digestivo, cuya función es regular el transporte y la transformación de los alimentos y los líquidos del cuerpo: los alimentos se transforman en energía y los líquidos se distribuyen por el cuerpo.
Colores: amarillos, ocres, naranjas.
Emociones: En equilibrio >armonía, centro. Desequilibrio >preocupación. Cuando nuestro sistema digestivo nos está «hablando», es decir con algún desequilibrio, es importante darnos cuenta a nivel emocional como nos estamos sintiendo, como estamos digiriendo las situaciones que estamos vivimos.
Sabor: Dulce natural, importante tenerlo en cuenta en nuestro plato principal, no sólo en el postre como se toma de manera tradicional. Dejándolos para comer en la merienda o una hora después de la comida o cena.
Los hidratos de carbono refinados: cereales, harinas, azúcares industriales, hacen que la glucemia, es decir del azúcar en sangre esté en un sube y baja de, así como de la liberación de la insulina. Entrando en un círculo de consumir azúcar en exceso que el cuerpo acumulará, generando desgaste en el páncreas, que implica desequilibrio físico y emocional.
Por el contrario, los cereales integrales, (como bien dice su nombre” íntegros”), bien cocinados, las diferentes verduras dulces incluyendo las redondas como la calabaza o cebolla y las raíces como la zanahoria, chirivía, nos aportarán buena energía estable y de mantenimiento.
Ahora es posible que te sientas con falta de energía o sobrecarga y exceso de peso, para la puesta en marcha. Es momento de mirar hacia dentro y ver ahora lo que necesitamos o nos sobra. De tomar espacio para la reflexión y comenzar de nuevo a cocinar con amor en tu vida.
Tomar conciencia del efecto de los alimentos en nuestro cuerpo y observar su efecto energético tanto a nivel físico como emocional nos abre otras puertas interesantes a la escucha, al dialogo interno con nuestro cuerpo y nuestro estar, que nos lleva al camino del autodescubrimiento.
Teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales en la práctica de nuestra alimentación:
¿Cuáles son los pasos que puedes dar por ti ?
Mastica, respira, agradece. La gratitud nos brinda la sensación de estar plenamente vivas, más sensibles a todo lo que nos rodea, con bienestar y plenitud, en armonía con la vida.
Reforzarte
Apoya a tu sistema inmunitario de cara al el otoño y el invierno, estaciones más frías, para preservar tu Salud.
¿Que te va a reforzar?
CocinAmor: el amor, es la esencia de la vida. El mejor ingrediente en tu cocina.
Tonifica el sistema digestivo. La propuesta es apoyarte en la alimentación energética, para sentirte con mayor equilibrio y bienestar.
¿Con que alimentos?
Verduras:El sabor dulce natural que nutre y refuerza el estómago – bazo – páncreas con las verduras amarillas, anaranjadas, redondas y de raíz. Calabazas, cebollas, zanahorias, chirivías, remolacha, boniato, coles..
Estilos de cocción: a fuego lento, con llama media /baja con tapa, con poco movimiento que nos aportará centro y equilibrio. Vapor, salteados cortos, salteados largos de verduras de raíz, cremas de verduras. Reduciendo el exceso de crudos, aportando un poco más de calor en los platos.
Cereales de uso diario como el mijo, quinoa, arroz integral, trigo sarraceno.
Incluye las algas en tus platos. Aportando minerales. Aprende a usarlas y cocinarlas. Son salud para tu cuerpo. ¡Te asombraras!
Hoja verde en tu plato cocida 3 minutos, hojas de col, brécol, kale, pack choy, judías verdes, apio …
Incluye las proteínas de origen vegetal: legumbres variadas, frutos secos. Así como seitán, tempeh y tofu . (Evita las mezclas de procesados)
Las cremas de verdura dulces te darán el calorcito que el cuerpo comienza a pedir. Son un buen plato para calmar y aportar dulzor, por la noche te ayudarán a ir bajando el ritmo del día aportando relajación y confort.
Infusiones digestivas, tonificantes y reforzantes: Hinojo, manzanilla, café de cereales, tonificantes: tomillo, regaliz o romero (si no tienes hipertensión arterial), te kukicha: alcalinizante y sin teína: rooibos.
Y Recuerda que siempre nos va a reforzar: La respiración completa, meditar, contemplar, el amor, la amabilidad, seguir en conexión con los elementos de la madre tierra, descansar.
Comienza ya a identificar lo que te debilita, esta una de de las claves para mantener tu energía vital.
¿Qué te está debilitando y acidificando tu organismo?
Un exceso de proteínas animales, carnes y embutidos, quesos, exceso de alimentos y condimentos salados, panes y bollerías, harinas refinadas.
Bebidas frías, alcohol, helados, lácteos, estimulantes, café, soja cruda, azúcares refinados, pastelería y bollería industrial, exceso de especias, alimentos procesados industrializados sin vitalidad, bebidas gaseosas fosfatadas y azucaradas.
También hace que disminuya la Energía Vital y acidifican:
La respiración superficial, el exceso de trabajo, la rabia, el miedo, y el estrés.
Paz y luz en tu camino. Que tu vida sea feliz.
Cristina Villarroya. Enfermera Holística