¡Qué cierta es la frase que nos devuelve al cuidado y respeto hacia cada uno de nosotros!
Cuando nos concedemos «tranquilidad» todo vuelve a su ritmo natural. En el descanso y el reposo las funciones vitales se van autorregulando, cada una a su ritmo y es interesante observarnos y ser conscientes de lo que va ocurriendo.
En el ritmo de cada día tendemos a la contracción, a estar en disposición continua de las exigencias que nos marcamos: trabajo, familia, casa, estudios… Cumplir con lo que se supone nos pide la sociedad y nos pedimos «nosotros mismos», cada vez con más prisa por llegar a todo, con más estrés y el estrés continuado nos conduce al agotamiento
Así que nuestro cuerpo y nuestra mente se van sobrecargando porque nuestra naturaleza, de nuevo, es muy sabia y nos marca el límite. Lo importante es querer y saber escucharlo.Contracturas, dolores de todo tipo, problemas digestivos, insomnio, ansiedad, cansancio y tantas otras más que seguro podemos identificar en los demás o en nuestra experiencia.
En el descanso, el Sistema Nervioso se va regulando y pasamos de estar en «alerta»dispuestos a la acción a la relajación, permitiendo a cada una de nuestras células recuperarse del tono de contracción, se regula el sueño favoreciendo en la noche la recarga de energía.
Favoreciendo las funciones de regeneración celular y eliminación, recargandose así nuestra energía vital.
Y… qué decir de la segunda parte del refrán: «buenos alimentos».
El cuerpo sabe «el combustible» que necesita para funcionar de la mejor manera. Así a como a tu coche
no le pondrías gasoil cuando lo que necesita es gasolina , el cuerpo pide respeto por lo que se le da Respetando su ritmo natural de digestión, de combinaciones de los alimentos para favorecer el proceso digestivo, dándole alimentos de calidad ecológica cocinados con amor, sin exceso de aceites, frituras, aportando alimentos integrales, crudos: frutas y verduras que equilibran internamente. Dejando a un lado los azúcares refinados y sal en exceso.
TE INVITO a probar: comenzarás a sentir los beneficios en poco tiempo aunque tu cuerpo pueda comenzar a manifestar los «atascos»que hay en él.
Y no sólo el cuerpo, la mente está más perceptiva, los pensamientos y la actividad mental se van ralentizando, todo va recuperando el tono vital… Y poco a poco se va conectando con la verdadera naturaleza «volviendo a casa» reconectando con la energía que nos impulsa a estar conectados con la vida, conectando con la tranquilidad en la naturaleza, con nuestra naturaleza». Sol, aire, tierra… alimentación, sueño, ejercicio…. favorecen nuestro ansiado bienestar.
Así que ahora a la vuelta de las vacaciones, apostemos por seguir cuidándonos, cada uno desde su saber hacer permitiéndonos un espacio diario para alinear nustra energía vital.
Desde Espai Món Sà te apoyamos, acompañándote en el camino que sólo tú puedes descubrir.
Con amor.
Cristina
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