Cuando te das cuenta que la observación es la comunicación íntima de la parte consciente con la inconsciente, las puertas de lo nuevo y sorprendente se abren, pero de una manera sigilosa, casi imperceptible.
Se hace evidente en el día a día cuando ante una situación tu forma de ver es diferente y ahí la sorpresa te envuelve completa y suavemente.
Una de las cosas que más me gustan en esta vida es sorprenderme a mi misma, si os ocurre lo mismo, os invito a abrir puertas.
Todo comienza en un instante, en el instante presente, donde todo está disponible y abierto a ser visto.
No hay nada que tengamos que ver, tan sólo observar y dejar que lo que quiera ser visto , venga a nosotros.
Quizás alguna comprensión asome, quizás no. No es necesario entender.
Observo y lo mantengo suelto, sin querer meterlo en algún cajón ya conocido.
La incertidumbre al principio es incómoda, pero más tarde podemos ver que es libertad.
Libertad que no puede ser conquistada sino asumida en el instante.
Aranzazu Escribá
Asesora de comunicación transpresonal